Al volante de la Selección Colombia se le han visto diferentes estados de ánimo. Actitudes que demuestran el carisma infantil pero encantador que tiene este futbolista.
Empecemos por los momentos tristes
Quién no se conmovió en el Mundial de Brasil 2014 cuando los colombianos fueron eliminados por los anfitriones y James lloró como un niño desconsolado. Escena que se repitió en el Mundial de Rusia 2018, cuando Inglaterra venció a la Selección en un partido en el que James se sintió impotente desde la tribuna.
Las escaleras eléctricas son su tentación
Así lo demostró hace poco tiempo cuando reveló sus dotes acrobáticas bajando las escaleras del estadio Allianz Arena de Alemania, el cual es la casa oficial del equipo al que pertenece, el Bayern de Múnich. Con la seguridad que lo hizo, demuestra que no es la primera vez que disfruta jugando de esta forma.
Los videojuegos son otra de sus pasiones
Aunque aveces se divierte con algunos juegos de acción y aventura como se ve en la imagen, en varias ocasiones ha manifestado que sus debilidades son un poco más infantiles, como disfrutar de Mario Kart. Pequeñas consolas portátiles siempre lo acompañan a sus continuos viajes.
Entre más adulto más infantil
Y así se hace querer más, es parte de su forma de ser y demuestra su sencillez, algo que disfruta mucho su hija Salomé. Después de cumplir 27 años, James se ha incorporado de nuevo a los entrenamientos con el Bayern, y en este video demuestra su faceta de niño, la cual no solo disfruta el colombiano, sino que contagia a sus compañeros.
