Eloísa Rojas
Esta hermosa mujer es la mamá de Nairo Quintana, uno de los mejores ciclistas de Colombia y el mundo entero. Ella, junto a su esposo Luis Quintana, han sido los principales promotores y admiradores de su hijo; apoyándolo siempre para que hiciera realidad sus sueños. Su humildad y amabilidad la hacen un ser muy especial, que siempre tiene palabras dulces y solidarias para quien se acerca a ella. Doña Eloísa, vive en Cómbita, Boyacá donde es normal verla trabajando y siendo cortés con todos los que se acercan a conocer la casa del gran Nairo Quintana.
María del Pilar Rubio
Se trata de la madre de James Rodríguez, el ‘10’ de nuestra Selección Colombia. Esta mujer, siempre apoyó a su hijo, vio que tenía talento y desde que era muy pequeño lo inscribió en escuelas de fútbol donde pudo desarrollar todo su potencial. Ha sido una madre madura, que tuvo que aceptar que desde muy joven, James no estuviera siempre junto a ella. Ahora, disfruta del éxito y cada uno de sus triunfos; además se encarga de manejar la fundación y algunos de los negocios de su hijo.
Claudia Londoño
Esta mujer perteneciente a una familia tradicional paisa, es la mamá de Mariana Pajón. Ella es una mujer trabajadora pero a la vez entregada a su familia y a sus hijos. Claudia, siempre ha apoyado a Mariana en su carrera deportiva; aunque cuando la campeona olímpica era más pequeña y sufría lesiones, ella quería que se retirara del BMX y eligiera un deporte con menos riesgos. Finalmente, Mariana, se quedó cosechando triunfos en su pequeña bicicleta y su mamá siempre está ahí para apoyarla.
Carmenza Zárate
Ella es la mamá de Falcao García, además de apoyarlo incondicionalmente en el camino que decidió tomar; también le dio un gran regalo que Falcao valora y promueve firmemente: la fe en Dios. Gracias a esta fortaleza espiritual, la mamá de El ‘Tigre’ ha sido clave en los momentos más difíciles de su vida, como cuando sufrió la grave lesión que lo dejó por fuera del mundial.
Aracely Urán
La mamá de Rigoberto Urán, es una de las tantas mujeres en Colombia que ha tenido que hacerse cargo sola de su familia por culpa de la violencia. Cuando Rigoberto era un adolescente los paramilitares mataron a su padre; desde aquel momento el joven trabajó vendiendo chance para sacar adelante a su familia. Por su parte, doña Aracely cayó en una fuerte depresión, pero jamás se rindió porque sabía que sus hijos la necesitaban. Ahora, su hijo mayor y cada uno de sus triunfos la llenan de alegría y esperanza, calmando un poco su dolor.
