La falta de conocimiento e información científica y verídica en torno a los suplementos es un gran reto que enfrenta la industria, y algunos expertos se han interesado indagar sobre los mitos más comunes, como lo ha hecho Alanur, organismo que agrupa a las cámaras y empresas líderes de suplementos e ingredientes alimenticios en la región, y quienes hacen esfuerzos constantes para desmitificar y acercar información confiable a las autoridades, a la comunidad científica y a los consumidores. (Juan Diego Alvira se ‘levantó’ a una bella entrenadora ¡Rubia y exigente!)
Entre los mitos más comunes está si es aprobado y confiable que los entrenadores de gimnasio puedan prescribir suplementos alimenticios. Este y otros mitos serán resueltos a continuación:
Los suplementos alimenticios son medicamentos
Mito: Son productos que se venden en cápsulas, pastillas o soluciones en polvo, como lo hacen los medicamentos y atienden necesidades específicas de las personas, por lo tanto, pueden ser considerados como medicamentos nutricionales de venta libre. (Con 73 años se convierte en influencer fitness para superar la depresión)
Realidad: Esta idea viene del hecho de que ambos se venden en presentaciones farmacéuticas orales, es decir, en forma de capsulas, tabletas, polvo, entre otros. Sin embargo, el propósito de uso de cada uno es absolutamente diferente. Los medicamentos están diseñados para tratar y aliviar enfermedades; en cambio, los suplementos son una forma de alimento novedoso que lleva como propósito principal complementar la dieta habitual diaria y en algunos casos complementar necesidades nutricionales específicas. (Los ejercicios ideales que debes hacer para quemar calorías)
Gracias a su naturaleza y grado alimenticio, los suplementos alimenticios hoy en día son clasificados alrededor del mundo como productos de muy bajo riesgo para la salud.
Solo un especialista de la salud los puede recomendar
Mito: Sólo los profesionales de la salud saben identificar las necesidades de las personas y por lo tanto, requerimos de su prescripción para poder consumir suplementos alimenticios.
Realidad: Si bien la opinión de un especialista siempre será importante para tomar las mejores decisiones sobre nuestra alimentación; gracias a que los suplementos alimenticios son de libre venta por su naturaleza alimentaria y muy bajo riesgo, no es necesaria su autorización para consumo en personas sanas.
Las personas que tienen una correcta alimentación no necesitan suplementos
Mito: Es mejor llevar una dieta balanceada que consumir suplementos alimenticios para complementarla.
Realidad: En el sentido estricto, esto puede ser correcto. Sin embargo, hoy las estadísticas internacionales y encuestas de salud pública, han demostrado que los humanos descuidan drásticamente su nutrición debido a un estilo de vida acelerado, mayor exposición a factores de riesgo y más estrés metabólico que nunca. Por lo tanto, los suplementos se han vuelto una herramienta legítima para apoyar a una nutrición responsable en base al ritmo de vida e intereses de cada persona.
Nadie vigila o controla la venta de suplementos alimenticios.
Mito: Cualquiera puede vender capsulas o polvos como suplementos alimenticios, no están controlados en su regulación y, por lo tanto, representan un peligro para el consumidor.
Realidad: Cada país posee organismos especializados que vigilan muy de cerca a los suplementos alimenticios en el mercado. Hay una robusta estructura regulatoria que vigila y regula cada aspecto de un suplemento alimenticio, desde sus ingredientes, calidad y etiquetado hasta incluso su publicidad.
Los suplementos prometen tratar y aliviar enfermedades.
Mito: Existen suplementos alimenticios que tratan, curan o atienden enfermedades o condiciones puntuales, por ejemplo: la migraña, obesidad, colitis, entre otras.
Realidad: Los suplementos alimenticios llevan como único propósito apoyar y/o complementar la alimentación diaria de cualquier persona sana. Los suplementos alimenticios no son diseñados o formulados para tratar o curar ninguna enfermedad. Toda empresa que ofrezca supuestos suplementos alimenticios con fines terapéuticos se encuentra totalmente fuera de la ley y representa un riesgo para la salud.
Los suplementos alimenticios, una categoría de nicho o asociada al precio.
Mito: Los suplementos alimenticios son consumidos sólo por usuarios de gimnasios, deportistas de alto nivel y personas que se encuentran realizando dietas específicas, y también por aquellas que poseen un mayor poder adquisitivo.
Realidad: El consumo de suplementos se encuentra muy extendido entre la población de Latinoamérica en diferentes sectores y perfiles. El consumo de la categoría llega a ser tan amplio que en países como Perú, Chile, Brasil y Colombia, las encuestas mostraron que en promedio casi la mitad (47%) de la población consume suplementos alimenticios. En la mayoría de los países evaluados el mayor consumo se encuentra en las mujeres con un 58.2%.
Por otra parte, el consumo de suplementos alimenticios en varios países de Latinoamérica demuestra que la clase social que más los consume es la clase media; estadísticas indican que, en países como Brasil, Colombia, Chile y Perú, en promedio 42.7% de los consumidores son de clase media.
Son los entrenadores de gimnasio quienes prescriben suplementos alimenticios
Mito: Los suplementos son provistos por entrenadores físicos en gimnasios, debido a que se usan principalmente por personas que consumen proteína para aumentar su masa muscular.
Realidad: Si bien en la práctica del ejercicio pueden promoverse, el promedio de los consumidores en Latinoamérica visita al médico y nutricionista de manera regular y mantiene hábitos saludables. Datos obtenidos en países seleccionados de Latinoamérica, en promedio, el 58% practica actividad física, el 67% visita el médico con frecuencia, mientras que el 50% al nutricionista y el 57% considera que tiene una alimentación saludable. Además, que la recomendación de consumo proviene en un 48% de profesionales de la salud, como pueden ser médicos, nutricionistas o farmacéuticos, aunque recordemos que ésta no es requerida obligatoriamente para su consumo.
Los suplementos son comercializados en espacios de dudosa reputación
Mito: En muchos países de Latinoamérica se tiene la impresión de que los suplementos alimenticios se adquieren en establecimientos o con proveedores cuya reputación no es confiable.
Realidad: Los suplementos alimenticios son productos respaldados por evidencia científica y cumplen con estándares de calidad y seguridad, así como las normativas y regulaciones del lugar donde se comercializan. Se pueden obtener mediante diferentes canales válidos y legales como: farmacias, tiendas especializadas, supermercados y mediante venta directa de las empresas que así los comercializan. Estadísticas indican que las compras de los consumidores son originadas en Farmacias, seguido de Tiendas Especializadas, Supermercados, Venta Directa e Internet.
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